¿Qué tan seguro es ponerme bótox?
Aunque la mayoría de las personas que usan toxina botulínica, la proteína neurotóxica conocida por su nombre comercial Botox, son mujeres mayores de 40 años, se ha comentado en redes sociales que empezar a usarla desde joven puede ayudar a frenar las señales del envejecimiento…
El bótox limita el movimiento mediante el bloqueo de la acetilcolina, el neurotransmisor principal del sistema nervioso autónomo. La teoría es que, con el paso del tiempo, una usuaria recurrente de bótox debilita sus músculos faciales, frenando el proceso en que las arrugas dinámicas (las líneas que se forman con las expresiones) se fijan como arrugas estáticas (las líneas que se ven en el rostro cuando está en reposo).

“En esencia, se inhiben las contracciones musculares y se reduce el movimiento facial”, explicó Kristen Broderick, profesora adjunta de Cirugía Plástica y Reconstructiva en el Hospital Johns Hopkins. “Y luego, por lo tanto, se impide o desacelera la formación de arrugas con el paso del tiempo”.
Los médicos enfatizan que las arrugas solo se postergan, no se evitan. (“La madre naturaleza siempre gana”, comentó Mathew Avram, director del Centro de Dermatología Cosmética y Láser, y director de cirugía dermatológica en el Hospital General de Massachusetts en Boston).
Aunque empieces a usar bótox de joven, tendrás emociones. A menos que estés completamente congelado, vas a mostrar esos sentimientos en tu rostro y, con el tiempo, te arrugarás.
La buena noticia es que los médicos ya no ofrecen los servicios de “cara de bótox”, como cuando las cejas están siempre levantadas en un gesto perpetuo de sorpresa, o las frentes se ven lisas, pero no necesariamente jóvenes. Ahora, los dermatólogos tratan de suavizar la tez sin impedir que se mueva.
El movimiento, según Idriss, es esencial. “Eso es lo que hace que sigas siendo tú”.
Y aunque la neurotoxina desaparece en unos tres o cuatro meses, algunos médicos dicen que retrasa el proceso natural de envejecimiento.