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Ácido hialurónico, realidad o ficción

El ácido hialurónico se presenta como un remedio milagroso contra el envejecimiento, pero ¿por qué es tan deseado? ¿Funciona realmente? ¿Qué otros usos podemos darle?

El ácido hialurónico es, posiblemente, uno de los pocos ácidos que nos gustaría echarnos a la cara.


Ácido hialurónico
Ácido hialurónico

Su estructura poco tiene que ver con la de otros ácidos famosos, como el clorhídrico. Para imaginárnoslo, el ácido hialurónico sería como una esponja de baño cortada en forma de tallarines, aunque a escala molecular.

En este sentido, posee una gran afinidad por el agua, propiedad conocida como hidrofilia, y es capaz de absorberla y dejarla retenida.

Es así como el ácido hialurónico que tenemos en las capas más internas de la piel aporta volumen y turgencia a nuestras facciones, por la presión que genera dicha agua.

¡Pero, ojo! Hay que tener en cuenta que la piel es la primera barrera de protección que tenemos contra el exterior y se podría comparar con un escurridor de pasta.

Los "tallarines" de hialurónico son demasiado grandes y enmarañados como para atravesar los pequeños poros de "nuestro escurridor natural".

Por tanto, el ácido hialurónico de la mayoría de las cremas antiedad quedará en la superficie, donde aportará hidratación y suavidad, pero no turgencia, para lo cual serían necesarias inyecciones o añadirlo en forma de partículas lo suficientemente pequeñas como para atravesar dichos poros, distinguiendo nanopartículas hechas de este compuesto, las que lo llevan en su superficie y las que lo encapsulan en su interior.


¿Cuáles son las necesidades de la piel según la edad?


La piel tiene diferentes necesidades en función de la edad, los genes, el estilo de vida. A ello se suma el paso de los años.

Alrededor de los 30 años:

Habitualmente, los cambios en la piel empiezan a notarse a partir de los 30 años. A partir de esa edad, se pueden notar los primeros signos de envejecimiento de la piel, como la marca de algunas líneas de expresión y la aparición de las primeras arrugas.

Para contrarrestarlo, es útil recurrir a los beneficios del ácido hialurónico, que ayudará a rellenar las arrugas y a recuperar el aspecto joven.

Entre los 40 y los 50 años:

A partir de los 40, el principal problema de la piel es la flacidez y la pérdida de volumen, así como la reducción de los contornos faciales.

A partir de los 50 años:

Con la llegada de los 50, la preocupación se centra en dos problemas básicos de la piel: la pérdida de elasticidad y la profundización de las arrugas.

En ambos casos, para solucionar los problemas que aparecen a partir de los 40 y 50 años, es recomendable recurrir a una crema facial de día con ácido hialurónico, que permitirá corregir los efectos del envejecimiento, hidratando la piel y ayudando a rellenar las arrugas.

Al mismo tiempo, antes de ir a dormir, será importante aplicar una crema de noche tras el tratamiento diario de limpieza facial.

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